lunes, 2 de julio de 2012

1º novela: Cap. 18


18
La historia de amor más corta


  Emm miró su reflejo en el espejo y estudió el nuevo corte de pelo que le había hecho la peluquera. Se había cortado el pelo unos dedos y se lo había rizado al estilo bob, y puesto que su cara era redondita, le quedaba estupendamente. Se levantó del sillón y se dirigió al mostrador; sacó el monedero del bolso y pagó lo que debía. Tras eso, salió al exterior y el reluciente sol chocó contra su rostro, pero no le molestaba. Estaba realmente contenta porque esa misma noche era la fiesta de Las estrellas e iba a ir con Liam.
  Entró en el coche, que estaba aparcado enfrente de la peluquería, e introdujo un disco de música en el reproductor. Arrancó el coche y la música se puso en marcha. Sonaba “Stronger”, la nueva canción de Kelly Clarkson, y Emm la seguía con su voz, cantándola a todo volumen. Sin duda, estaba muy contenta.

  Aparcó el coche en cuanto encontró un hueco entre los vehículos y salió de él. Se dirigió a la sastrería, donde había dejado su vestido para que le hicieran unos arreglos. Abrió la puerta y los cascabeles que habían encima de esta chocaron entre sí, produciendo un leve sonido.
  Saludó al dependiente y extrajo de su bolso el tique de referencia para el vestido. El empleado lo agarró con una sonrisa plasmada en la cara y lo examinó. Tras un momento de silencio, se metió en la trastienda y le sacó el atavío verde esmeralda colgado en una percha y envuelto en plástico trasparente.
  Emm lo asió y le pagó lo que le debía por los arreglos del vestido. El traje era desnivelado, y Emm lo llevó para que acortaran la parte de atrás, que era más larga.
  Las campanitas de la puerta volvieron a sonar y el dependiente saludo a la mujer que acababa de entrar.
  -Buenos días, señora Rumsfield.
  Emm se paró en seco al escuchar lo acababa de decir. Rumsfield. ¿Sería quien creía que era? Emm se giró y la observó. Sí, no se equivocaba. La madre de Alessia acababa de entrar.
  -Hola, señora Rumsfield.-vestía con  una blusa blanca con volantes y unos pantalones largos negros, que mostraban que había adelgazado muchísimo desde la muerte de su hija. También llevaba unas enormes gafas de sol de Chanel que ocultaban las ojeras por falta de sueño. La melena, que antes era larga y con un precioso tono rubio ceniza, ahora era corta, desaliñada y el rubio se había apagado.- ¿Cómo se encuentra?
  -Todo lo bien que se puede estar después de haber perdido a mi hija.-tras eso, el tiempo fue ocupado por el silencio. El empleado lo interrumpió, dándole una camisa de color azul a la señora Rumsfield. Esta se despidió y se dirigió a la puerta, pero justo antes de llegar perdió el equilibrio y se apoyó en la pared, mareada. Seguramente, le había dado una bajada de tensión por la falta de alimento, porque se veía a la legua que hacía días que no comía.
  Emm fue a ayudarla, pero esta la apartó, agitando la mano lentamente.
  -¡No me toques, asesina!-gruñó.
  Emm dio un respingo al escuchar las palabras que había pronunciado antes de salir de la tienda. Tras unos segundos de indecisión, Emm salió en busca de la señora Rumsfield, con al vestido sobre el brazo.
  -¡¿A qué se refiere con eso?!-no le importaba que alguien la pudiera escucharla.
  -No te hagas la tonta…-la madre de Alessia se acercó a ella.-Se lo que hicisteis tú y tus amigos aquel verano. Y no me pienso callar hasta se descubra la verdad.-y entonces, se fue.
  Emm se quedó paralizada. Su corazón se aceleró y su respiración era intermitente. El sentimiento de alegría desapareció. ¿Qué quería decir con lo de que lo sabía? ¿Sabía lo que le ocurrió a Mallory? Si era así, ella y sus amigos estaban perdidos, a pesar de que ellos no tenían la toda la culpa de lo de Mallory.
  Un mensaje en su móvil la extrajo de sus pensamientos. Sí, era lo que ella pensaba. Otro mensaje de aquel misterioso ente llegó a su teléfono. Emm lo agarró y lo abrió, sin saber lo que se iba a encontrar.

Agárrate Emm, las sorpresas no han terminado.
¿Quieres saber lo que hace tu novia cuando no está contigo?

  El texto venía precedido de un enlace. Indecisa y asustada por lo que se pudiera encontrar, abrió las imágenes. En ellas salía Liam con otra chica que le resultaba familiar. Se acercó el móvil a la cara y la vio. Liam había estado engañándola con una chica. Pero no con cualquier chica. Le había engañado con una de sus mejores amigas. Le había engañado con Marine 

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